Personificar una imagen fue una experiencia surrealista para Ves. Sus rasgos distintivos de personalidad desaparecieron momentáneamente. En su lugar se asentaron los rasgos de personalidad que Ves atribuyó al Gris Mártir.
Antiguo. Calmado. Devoto. Inquisitivo. Gentil. Esperanzador.
Era como si se hubiera puesto una máscara espiritual que lo transformaba completamente en otro ser.
—Es una lástima que sea falso.
Ves rápidamente reafirmó su verdadera personalidad. La disparidad de fuerza entre la imagen del Gris Mártir y él mismo era demasiado grande.
Era como si estuviera rodeando su Espiritualidad con una frágil burbuja de agua. Solo un pequeño toque rompió la ilusión.
Aunque la experiencia no le impresionó mucho, sabía que había muchas aplicaciones potenciales para esta técnica.
—He desarrollado tantas nuevas técnicas espirituales en poco tiempo —suspiró asombrado.