```
Tardó un tiempo para que Ves se deshiciera de los latosos pequeñines. Algunos de sus padres vinieron a ahuyentarlos, dándole a Ves un camino para continuar hacia el edificio principal.
Una vez que entró, se quitó la visera y la boina y saludó a Ovrin Larkinson, el Quinto Anciano de la Familia Larkinson.
—Parece que las historias que hemos oído en los medios tienen un grano de verdad. Tienes un aire diferente sobre ti, Ves —dijo Ovrin con calma con su voz jadeante.
Ves reconoció la misma vibra en Ovrin que había notado en otros veteranos militares. —Ahora soy uno de ustedes.
Ovrin sacudió su cabeza. —Siempre has sido uno de nosotros, Ves. Hayas servido o no en una de las guerras, siempre serás un Larkinson para el resto de la familia.