Después de alimentar a Yuan, Meixiu fue a hacer sus propias cosas hasta que se fue a dormir.
Mientras tanto, Yuan se quedó despierto toda la noche cultivando como de costumbre.
—Ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que dormí dos noches seguidas... —Yuan pensó para sí mismo—, pero curiosamente, no se sentía diferente a pesar de la falta de sueño. De hecho, se sentía más fresco y enérgico que nunca.
A la mañana siguiente, después de darle a Yuan el desayuno, Meixiu volvió a la casa principal para encontrarse con Yu Rou.
—Oye, Meixiu. Aunque nos vimos ayer en la escuela, parece que ha pasado más tiempo que eso —Yu Rou le dijo.
Sin embargo, Meixiu no respondió de inmediato y miró a su alrededor con expresión de sorpresa.
Después de un momento de silencio, habló:
—Señorita, ¿cuándo fue la última vez que limpió su habitación? Es un desastre aquí.
—Estás exagerando, Meixiu —dijo casualmente Yu Rou.
