Dos horas después, Bai Zemin regresó a la casa de Kali, y para su sorpresa, la chica prácticamente lo forzó a dejar atrás algunos de los objetos que había almacenado en su anillo de almacenamiento espacial para guardar algunas plantas mutantes que había recogido con la ayuda de Serafina en el pasado.
Cuando Bai Zemin le preguntó la razón, Kali le dijo que esas plantas no eran gran cosa temporalmente, pero que probablemente lo serían en el futuro. Aunque no entendía demasiado, Bai Zemin decidió creer en el juicio de Kali y obedecer lo que ella le dijo.
Después de guardar las plantas y algunas bolsas con la ropa de Kali, ella lo siguió en su silla de ruedas mágica de vuelta al castillo. Sin embargo, para cuando Bai Zemin regresó al castillo, encontró al Rey Felipe y a Serafina, quienes parecían haber estado esperándolo todo este tiempo, de pie frente a la gran puerta principal.