No, el tiempo no es el único problema. Bai Zemin sacudió su cabeza y la preocupación en su rostro se agravó al darse cuenta de que las cosas eran aún más complicadas de lo que parecían ser a primera vista.
El tiempo era el problema principal ya que sus enemigos eran solo tres zombis de bajo nivel que se movían a la velocidad de una tortuga. Pero incluso si se movían despacio, si el número de zombis era abrumadoramente alto hasta el punto de que mientras Bai Zemin se ocupaba de matar a algunos otros ya habrían cerrado la distancia, entonces nada tendría sentido.
Pero otro problema que Bai Zemin casi pasó por alto fue la concentración.
En esta situación, estaba bien, ya que conocía las debilidades y fortalezas del enemigo al que se enfrentaba. Sin embargo, ¿era posible hacer algo así contra enemigos desconocidos para él? La respuesta que Bai Zemin obtuvo después de considerar cada detalle cuidadosamente fue un rotundo no.