—¿Bing Xue? —Meng Qi miró a Bai Zemin con confusión antes de que algo encajara en su cabeza. Puso una expresión de alguien que acababa de recibir iluminación del cielo y dijo con calma:
— ¿Es esta persona alguien que vino junto a ti desde muy lejos?
—Sí. —Bai Zemin asintió con una sonrisa y dijo con confianza:
— Bing Xue es una de las pocas personas en las que confío con todo mi corazón. Puede parecer fría por fuera, pero pocos saben que esa frialdad en realidad esconde bondad y dulzura, no solo es inteligente y trabaja más duro que la mayoría, sino que tampoco duda en lastimarse para ayudar a sus camaradas en el campo de batalla e incluso si muere, definitivamente no dejará que nadie que le haya confiado su vida caiga antes que ella... Meng Qi, estoy seguro de que si ustedes dos llegan a conocerse, eventualmente se llevarán bien.
Meng Qi miró a Bai Zemin con sorpresa e inconscientemente extendió su pequeña mano para sentir la temperatura de su frente.
