Los trozos de cuerpos rotos que no fueron triturados y desintegrados hasta el punto de convertir cada fibra en una neblina de sangre volaron incontrolablemente por todas partes mientras la onda de choque que golpeó el suelo con gran potencia generó otra onda de choque que aplastó todo a su alrededor.
Trozos de carne, miembros rotos, fragmentos de huesos, materia cerebral y órganos internos volaron por los cielos mientras la sangre llovía sobre los alrededores. El olor a hierro que venía de la sangre era tan fuerte que incluso con los vientos soplando tan fuerte, permaneció impregnado en el área durante mucho tiempo.
Con la Manipulación de la Gravedad activada en reversa para mantener su altura un poco más en el cielo, Bai Zemin fue jalado de vuelta a la Tierra con una fuerza un poco, pero notablemente mayor que antes.
