¿Cómo se sentía ser besado por esa persona que ocupaba nuestros pensamientos durante la mayor parte del día? ¿Cómo se sentía cerrar la distancia física y espiritual entre esa persona que sin que lo supiéramos lograba colarse por las grietas de nuestra vida cotidiana?
Aquellos que lo han experimentado probablemente serían los únicos capaces de responder a tales preguntas, pero aun así, las probabilidades de recibir siempre las mismas respuestas no destacaban mucho.
Bai Zemin también tuvo su tiempo en el que reflexionaba sobre tales preguntas. Él también era un joven inocente que anhelaba amar y ser amado. Sin embargo, la vida y el destino tenían otros planes para él.... Desde muy temprana edad, se vio obligado a ver la realidad del mundo ante sus ojos; fue obligado a comprender por las malas que el mundo real no era los hermosos mundos de fantasía donde el personaje principal siempre tenía su final feliz con la hermosa heroína de su historia.