Desde que Bai Zemin conoció a Lilith, había pasado solo un día. Aunque no era mucho tiempo, en su mente ya había formado una pequeña idea del tipo de persona que era la mayoría del tiempo.
Traviesa, encantadora, incluso un poco traviesa. En cuanto a ser amable, Bai Zemin se contuvo de pensar en esa posibilidad, ya que no creía que Lilith le ayudara por pura bondad.
Aun así, era innegable que ella lo había ayudado en muchas ocasiones proporcionándole información que, aunque podría haber descubierto por sí mismo después de algunas investigaciones, también era cierto que el tiempo era precioso en épocas de caos.
Sin embargo, esta era la primera vez que Bai Zemin veía una expresión tan seria en su rostro y, aunque no estaba tan seguro, incluso parecía haber un toque de ansiedad en su voz.
—No voy a morir... Al menos no tengo intención de morir todavía —Bai Zemin respondió mientras negaba con la cabeza.
Lilith estaba un poco sorprendida al darse cuenta de cuán calmado sonaba cuando dijo esas palabras. Lo miró mientras dejaba su mochila y dejaba las bolsas de plástico que contenían medicamentos escondidas en un rincón, y sus ojos no pudieron evitar brillar con un atisbo de elogio e incluso un pequeño brillo de satisfacción desconocida.
—Tú sabes, realmente eres un bicho raro —Lilith señaló mientras caminaba a su lado en dirección a la salida.
—¿Lo crees? Bueno, me lo han dicho muchas veces —Bai Zemin se encogió de hombros y se aferró firmemente a su espada mientras sus ojos destellaban con un toque de determinación.
—¿De verdad no tienes miedo de morir? ¡Esta vez realmente podrías morir! —Ella levantó una ceja y se lo recordó.
—Tengo miedo de morir. Claro que tengo miedo —Bai Zemin asintió impaciente y continuó—. Pero de lo que tengo miedo no es de la muerte en sí, lo que me asusta es no poder ver a Meng Qi y a mis padres de nuevo... Lo que me da miedo es no poder ayudarlos cuando me necesiten... Pero no tengo miedo de la muerte. Para mí, la muerte no es diferente de un sueño eterno y ¿sabes qué? ¡Amo dormir!
—Tú... —Al escuchar que se atrevía a bromear en una situación así, Lilith no sabía si reír o llorar y un aspecto de impotencia brilló en sus hermosos ojos.
—Dios mío...
Mientras la lluvia pesada caía sobre su cuerpo y los rayos iluminaban el cielo con bastante frecuencia, Bai Zemin miró la escena frente a él y su corazón se apretó ligeramente.
La densa niebla del entorno había desaparecido y ahora se podía ver un anillo de al menos cien metros a su alrededor. Sin embargo, lo que sorprendió a Bai Zemin fue que en medio del edificio había un monstruo tan grande como un elefante.
Este monstruo tenía varias partes de su cuerpo rodeadas de llamas amarillas que bailaban a altas temperaturas, borrando la niebla circundante. Su cuerpo medía unos tres metros y medio de largo y estaba rodeado de una especie de armadura gruesa que brillaba como si fuera de metal. Sus seis patas eran tan gruesas como una puerta y tenía un poderoso cuerno de casi dos metros de largo sobresaliendo de su boca.
—¿Desde cuándo los escarabajos elefante se vuelven tan grandes y tienen llamas alrededor...? —Bai Zemin sintió que se le ponían los pelos de punta al ver al gigantesco insecto avanzando lentamente hacia él mientras lo miraba con sus dos ojos llenos de intención asesina.
—¡Deja de bromear! —Lilith lo golpeó suavemente y advirtió:
— Eso es un monstruo que ya ha pasado por su primera evolución, es un monstruo de Primer Orden. Además, como también te diste cuenta, ese insecto ya te ha notado, así que te perseguirá por más que huyas.
Bai Zemin asintió en silencio mientras se apresuraba hacia otro edificio cercano. Con un pisotón pesado, el suelo bajo sus pies tembló suavemente, y utilizando sus 70 puntos de Fuerza saltó más de tres metros con relativa facilidad. Tal hazaña sería imposible antes de la llegada del Registro del Alma y sin la ayuda del Poder del Alma, pero con el poder de la evolución disponible para todos, las reglas del pasado ya no estaban escritas en piedra.
Al llegar a lo alto, Bai Zemin observó al gran insecto cubierto de llamas acercándose en su dirección. La presión que sintió solo por ser observado por ese par de ojos rojos fue tan inmensa que tuvo que resistir el impulso de darse la vuelta y alejarse.
Lilith trató de ayudarlo de todas las formas posibles para que pudiera sobrevivir y superar esta prueba, así que rápidamente explicó:
—Al llegar al nivel 25, todos los seres vivos adquieren la capacidad de elegir un trabajo o clase. A medida que avanzas en el Orden, el poder de cada ser vivo se vuelve tremendamente más alto y la diferencia no es tan simple como sumar 1+1... ¡La diferencia entre el nivel 24 y el nivel 25 es tan grande como la diferencia entre el nivel 1 y el nivel 24, si no más!
—¿Una diferencia aún mayor? —Bai Zemin no pudo evitar quedarse boquiabierto al escuchar esto—. Tenía muy claro cuán grande era la diferencia entre él y una persona de nivel 1; era como comparar una hormiga pequeña con un tiburón. No había comparación para empezar.
—¿Y qué hay de la mantis de ayer? —Bai Zemin preguntó rápidamente.
En su batalla contra la Gran Mantis Rápida, Bai Zemin había estado en peligro varias veces y un solo error le hubiera costado la vida. Sin embargo, nunca en ningún momento sintió una presión tan inmensa como la que estaba sintiendo ahora mientras se enfrentaba cara a cara con el escarabajo elefante gigante.
De acuerdo con lo que acababa de decir Lilith, la Gran Mantis Rápida de nivel 25 ya debería ser también una criatura de Primer Orden. Pero él quería saber por qué la diferencia era tan grande.
—Para obtener dicha clase y luego evolucionar para convertirse en una existencia de Primer Orden, cada ser vivo debe superar una prueba y cumplir un desafío. Hasta que dicho desafío no sea superado, todo el Poder del Alma recibido se almacenará y no será posible subir de nivel. La mantis que mataste ayer todavía era solo una criatura evolucionada, pero aún no había dado el primer paso verdadero en el camino de la evolución —Lilith aclaró rápidamente su duda—. Sin embargo, ese escarabajo gigante definitivamente es una criatura de Primer Orden. ¡Esas llamas a su alrededor deben ser su habilidad especial adquirida después de obtener su trabajo con éxito!
Bai Zemin finalmente entendió todo. Asintió y le agradeció antes de cerrar a medias los ojos hacia la criatura que se acercaba.
El escarabajo elefante gigante estaba actualmente a menos de veinte metros de distancia y extraños rugidos salían de su boca mientras lo miraba fijamente. La intención asesina que emanaba de su cuerpo era tan grande que incluso sus propias llamas parecían volverse más fuertes.
Obviamente, esta criatura podía sentir el Poder del Alma dentro del cuerpo de Bai Zemin y estaba ansiosa por devorarlo.
Aunque Bai Zemin apenas tenía nivel 15, porque había estado luchando y derrotando enemigos de un nivel superior al suyo desde el principio, robando parte de su Poder del Alma en el proceso, su propio Poder del Alma era extremadamente rico en este momento.
Si el escarabajo elefante gigante pudiera absorberlo, definitivamente podría evolucionar aún más.
Sin embargo, el escarabajo elefante gigante no era el único que pensaba así.
Bai Zemin se lamió los labios y un destello de salvajismo parpadeó en sus ojos por un instante antes de desaparecer y esconderse bajo esa mirada fría.
Desde el primer momento en que derrotó a esa Abeja Grande, Bai Zemin sintió la embriaguez de la agradable sensación de sentir que su cuerpo y su alma se fortalecían.
La sensación de que sus músculos se endurecían, sus ligamentos se fortalecían, su carne se volvía más dura y su capacidad cerebral aumentaba... ¡Bai Zemin podía sentirlo todo!
Los humanos eran criaturas que buscaban el poder por instinto. La historia escrita en los libros era una prueba de esto.
Bai Zemin también quería poder... Para sobrevivir, para vivir una vida mejor, para proteger a sus seres queridos, para no tener que inclinar la cabeza ante nadie y para vengarse de aquellos que se atrevieron a herir a sus seres queridos.
Lilith pensó que estaba en silencio porque estaba nervioso o pensando en su próximo movimiento. Por lo tanto, se quedó allí, tratando de dar todo su apoyo moral al menos.
—Me pregunto... —Al escuchar su voz, ella giró su rostro hacia él y estaba tan sorprendida que ella, una existencia superior, no pudo evitar que sus ojos se ensancharan ligeramente.
Una gran sonrisa adornaba su rostro, que, aunque para alguien como Lilith no era especialmente atractivo, en ese momento era muy llamativo.
—¡Me pregunto cuánto creceré después de matar a este escarabajo!
Exclamó.
El mana circundante se movía a su voluntad y el poder mágico dentro de su cuerpo surgía por completo sin contenerse mientras se concentraba en su enemigo a solo diez metros de distancia.