Bai Zemin había logrado obtener mucha información después de llegar a esta dimensión alternativa con la ayuda del Trono de la Creación; incluso si tal información no podía ser confirmada 100%.
En el pasado no tuvo más remedio que perder muchas pistas, porque incluso si pasaban frente a sus ojos, Bai Zemin nunca sería capaz de verlas y mucho menos de entenderlas. Al final del día, apenas se conocía a sí mismo, y mucho menos los secretos del cosmos y cosas mucho más grandes.
Sin embargo, ahora que su fuerza era comparable o incluso superior a la de un evolucionador de alma máximo y en el borde del límite entre una Existencia Inferior y una Existencia Superior, finalmente pudo ver cosas que no veía antes y sacar una conclusión o dos basadas en lo que había aprendido hasta ahora.