Cabalgando un caballo de guerra con afinidad al elemento de luz, Mateo Sánchez junto con los diez generales más importantes y poderosos de la facción llamada Iglesia Santa observaron con expresiones solemnes la gran nube de polvo, así como la gran nube negra, acercándose desde la distancia.
Una mujer hermosa que aparentaba tener no más de 21 años con cabello negro sedoso y suave murmuró en silencio el nombre de una habilidad y sus ojos se volvieron dorados de inmediato. Miró la nube de polvo y la nube negra como si las analizara.
—Naomi, ¿tienes la estimación? —Mateo Sánchez preguntó mientras desenvainaba lentamente su espada.
Naomi era su hermana menor, una poderosa evolucionadora del alma enfocada en la magia, a diferencia del camino físico elegido por Mateo.