Los ojos de Lucifer brillaron intensamente mientras la imagen de Bai Zemin, cuya apariencia era la de un verdadero demonio, se reflejaba en sus pupilas.
En cuanto a Fuego Pesar, miraba fríamente a ambos Líderes. La cautela en su mirada era más que evidente para cualquiera.
Pero lo que ni Fénix Eterno ni Long Tian tenían forma de saber era que la cautela que Fuego Pesar sentía hacia ellos no nacía de qué tan poderosos eran ambos, o el hecho de que pertenecían a facciones diferentes a la suya, sino de no saber por qué estaban aquí y de saber que muchas cosas serían diferentes a partir de hoy en adelante.
Esta vez, Long Tian no tuvo tiempo de responder a las palabras de Lucifer, que solicitaban apostar con él cuando el ataque de Bai Zemin finalmente golpeó algo.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡BOOOOOOOOOOOOOM!!!!!!!
