—Sarah, ¿dónde está Finn? —Mónica agarró a Sarah y preguntó ansiosamente.
Sarah se sobresaltó. ¿Por qué estaba su prima aquí?
Shelly había visto a Mónica, pero Lizzy y James no, así que ambos la miraron sorprendidos. No sabían quién era la persona que había aparecido de repente.
Sólo Shelly suspiró en secreto aliviada.
—¿Dónde está Finn? —Mónica no quería perder el aliento con Sarah.
Todo en lo que podía pensar era en la chica llamada Shelly diciéndole que Finn se había desmayado en el hotel.
No lo pensó antes de salir corriendo de la habitación ni le importó su pierna y sus heridas. Simplemente condujo y salió.
Sarah tartamudeó.
—¡Sarah! —Mónica estaba furiosa—. ¿Quieres que llame a tu padre y que él te golpee hasta la muerte, verdad?