Mason simplemente la miró.
—Planeo irme sin que él lo sepa esta noche —dijo Jeanne—, y necesito tu ayuda.
Mason se quedó en silencio.
Los asesinos solían ser callados. Parecía que, aparte de Millie, los otros asesinos no hablaban mucho.
Si había una misión, la cumpliría, pero si no había ninguna misión, disfrutaría de su tiempo en reclusión.
Jeanne esperó en silencio la respuesta de Mason durante mucho tiempo.
—¿Cuánto tiempo estarás allí? —preguntó de repente Mason.
No le preguntó por qué quería volver. Simplemente le preguntó cuánto tiempo le llevaría.
—Una semana —dijo Jeanne—, a lo sumo una semana. También le daré a Kingsley una buena explicación.
Mason asintió. —De acuerdo.
Jeanne se sorprendió un poco porque no esperaba que Mason estuviera de acuerdo.
Mason dijo:
—El Sr. Thorn vino a hablarme de ti en algún momento.
Jeanne frunció el ceño. No sabía que Kingsley hablaría de ella en privado.
—Me dijo que si él se va, tengo que protegerte —dijo Mason sin rodeos.
