—Lili, ¿te casarás conmigo? —dijo Regaleon con ojos serenos.
—S-Sí. Sí Leon, me casaré contigo. —dije con una sonrisa mientras lágrimas de felicidad caían por mi rostro.
La sonrisa de Regaleon se iluminó más. Tomó el anillo de diamantes de la caja y suavemente alcanzó mi mano izquierda. Despacio y con cuidado, deslizó el anillo de diamantes en mi dedo anular.
—Te queda perfecto. —dijo Regaleon—. Levantó mi mano y la besó suavemente. —Esta acción me hizo sonrojar.
Regaleon se levantó lentamente y en poco tiempo se alzó frente a mí. Acarició mi mejilla suavemente.
—Ahora eres oficialmente mi prometida. —Regaleon me sonrió—. Inclinándose hacia mí encontró mis labios y me dio un dulce beso. —Te amo mucho, Lili.
—Y yo te amo a ti. —le di una dulce sonrisa.
Mi corazón palpitaba fuerte en mi pecho. Me siento muy emocionada ahora. Regaleon me dio un rápido abrazo.