Regaleon y yo dimos un paseo afuera y el sol estaba a punto de ponerse.
Dimitri vino a transmitir un mensaje a Regaleon. Se inclinó ante nosotros y susurró a Regaleon.
—Alicia, lamento tener que acortar mi visita —dijo Regaleon con una triste sonrisa—. Ha surgido algo y necesito volver para atenderlo.
—Está bien —respondí—. Pero en el fondo estaba triste. Regaleon y yo no nos hemos visto durante unos días debido a nuestras apretadas agendas. Esperaba cenar con él esta noche.
—Alicia —acarició Regaleon mi rostro—. Dime lo que está en tu mente.
Regaleon me miró con ojos suaves. Pudo leer mis sentimientos internos.
—Estaba... esperando cenar contigo esta noche —me avergonzaba ser egoísta—. Pero sé que estás ocupado. Lo esperaba, así como en el futuro. No puedo ser egoísta porque los ciudadanos de Grancresta te necesitan.
—Mi Alicia —me sonrió dulcemente Regaleon—. Sé que entiendes. Trataré de resolver los asuntos antes de la cena esta noche —me besó en la frente.