Las cuatro bestias sagradas rodearon a los gemelos. Los protegieron en su centro.
—¡Líder! —Un hombre encapuchado llamó—. ¡T-Todos… estas son las cuatro bestias sagradas!
—Sí, lo sé —El hombre alto respondió—. Son los que necesitamos llevar de vuelta a Xing.
—¡Son bastante grandes! —Uno de los hombres encapuchados dijo asombrado.
—¿Cómo podemos capturarlos señor? —Uno de los encapuchados preguntó.
—Tsk, planeábamos tomar al niño bajo nuestra custodia —dijo el hombre alto—. Con eso, las cuatro bestias sagradas nos seguirían de vuelta a Xing. Pero nuestro plan falló.
—¿Qué vamos a hacer ahora señor? —Otro de los hombres encapuchados preguntó.
—Sólo denos sus órdenes líder —Uno de los hombres encapuchados dijo.
—Seguiremos sus órdenes líder —otro encapuchado dijo.
—Tsk… —El hombre alto estaba en un aprieto.
Por otro lado, las bestias sagradas mantenían a los gemelos fuera de peligro.