Ángel abrió los ojos para ver los rayos del sol asomándose por algunas aperturas entre las nubes de lluvia. Parecía que la tormenta había pasado y un día brillante los esperaba.
Ángel intentó recordar qué pasó y sintió su cuerpo adolorido. Luego recordó lo sucedido anteriormente, y eso la hizo sentarse bruscamente. Su cuerpo le dolía y se sentía pesado, cubierto de lodo. Estaba tirada a un lado del río, donde pudo ver escombros de árboles caídos siguiendo la corriente.
—¡Dimitri! —Ángel se dio cuenta de que Dimitri estaba con ella cuando cayó por el deslizamiento de tierra.
Ángel recordó que un gran árbol se dirigía hacia ella a toda velocidad, fue Dimitri quien la empujó para apartarla de su camino. Recordó cómo él abrazó su cuerpo con fuerza como si no quisiera que le pasara nada malo. Lo último que recuerda es que cayeron al agua y fueron arrastrados por la fuerte corriente.