(Punto de vista de Regaleon)
Ya le he contado todo a Belgor sobre lo que ha sucedido hasta ahora. Desde que abandonamos la guarida de los licántropos, pasamos por el paso de montaña, hasta la trampa que Gladiolo y sus hombres tendieron en nuestro punto de encuentro. Belgor escuchó atentamente, asintiendo con la cabeza de vez en cuando.
—Entonces, lo que estás diciendo ahora es que ese tal Gladiolo robó la llave que llevaba tu subordinado —aseguró Belgor—. ¿Y esa llave es lo que conseguiste de esa habitación que estaba sellada con magia?
—Sí, eso es lo que ocurrió —dije y suspiré.
Belgor se tocaba la barbilla pensando en algo. Estaba nervioso de que tal vez no me ayudará, porque permití que Gladiolo robara la llave.