Nota: Este capítulo contiene diálogos clasificados R-18. Aquellos menores de 18 años y que no deseen leer contenido adulto y similares, por favor, omitan este capítulo.
Hace un rato que terminé de tomar un baño caliente. Tricia me acomodó bien en la cama mientras Anatalia estaba a mi lado revisando mi estado.
—Bien, todo parece estar bien —dijo Anatalia—. Solo necesitas descansar. ¿Por qué no te acuestas temprano?
—He estado durmiendo toda la tarde —dije haciendo pucheros—. Todavía no tengo sueño, ya sabes —refunfuñé.
—Jajaja —Anatalia rió a carcajadas—. Eres una dulce y luchadora mujer embarazada. Si tu esposo estuviera aquí, seguramente diría que sí a todas tus demandas —dijo secándose una lágrima que salió de sus ojos por la risa.
—Su majestad, ahora está embarazada —dijo Tricia con tono de hermana mayor—. Tu cuerpo necesita un buen descanso. Es por tu bien y el del bebé.
—Lo entiendo —suspiré en derrota, frunciendo el ceño.