Estuve en cama al menos un día después de nuestra boda. No estaba realmente enferma, y mi cuerpo se recuperó después de medio día de descanso, pero Regaleon me dejó descansar todo el día en la cama para recuperar completamente mi energía.
—Has descuidado la práctica de la espada, y por eso tu resistencia acumulada disminuyó. —Regaleon dijo cuando estábamos fuera dando un paseo.
Es cierto que no pude levantar una espada cuando estaba siendo secuestrada por mi tía y prima en Jennovia. Actué como una niña pequeña y débil para poder ganar su confianza y espiarlas. Esos dos años dieron frutos y pude ayudar a Regaleon en esta guerra.
—Lo siento. —Dije con la cabeza agachada. Admito que descuidé practicar con la espada y Regaleon, como mi maestro de espada, me estaba dando una lección.
Sentí que Regaleon me acariciaba la cabeza y levanté la vista. Él me sonreía dulcemente.