Nota: Este capítulo contiene contenido maduro. Lea bajo su propia discreción.
El palpitante y caliente pene de Regaleon estaba entre nosotros y crecía con cada roce. Puedo sentir su aliento caliente en mi cuello. Sabía que estaba sintiendo placer con mis acciones.
Después de un tiempo jugando con su rígido miembro, apunté deliberadamente la punta a la entrada de mi jardín de flores. Levanté mi cuerpo y luego bajé sobre su duro pene.
—Ahhh j*d*r... —Regaleon maldijo a causa de la sorpresa, pero estoy segura de que lo dijo por la intensidad del placer.
—Hmmm… ahhh… —gemí mientras me movía encima de él.
Exhalé después de tomar el miembro de Regaleon dentro de mí. La sensación en mi área privada estaba llena de él.
—Dejaré todo en tus manos, mi amor —Regaleon susurró detrás de mi oído y sonrió—. Seré completamente sumiso a ti.
