Acabamos de regresar de nuestra visita a la propiedad del Duque Matías. El sol apenas se estaba poniendo en el horizonte cuando bajamos de nuestro carruaje.
—Hermana mayor, me retiraré a descansar esta noche. —Satiana hizo una reverencia y se alejó después de que entramos al palacio.
—La pequeña princesa tiene que cargar un gran peso en su pequeña espalda. —Jack me murmuró mientras miraba a la partida de Satiana.
—Admiro su fuerza. —Dije mientras también miraba a Satiana alejarse—. Cuando tenía su edad, yo todavía era una cobarde y no sabía qué hacer. —Suspiré recordando mi pasado.
—Pero ahora te has convertido en una mujer fuerte e independiente. —Guillermo, quién estaba a mi lado, me dijo.
—Gracias a todos ustedes y a todos mis amigos, me volví fuerte. —Le sonreí—. Me dirijo a las habitaciones de mi madre. Jack, por favor informa a la cocina que cenaré allí con mi madre.
—Por supuesto, su alteza. —Jack hizo una reverencia y se fue a hacer lo que le había ordenado.