"No pasó mucho tiempo, el beso se profundizó aún más. Puedo percibir hambre de los labios de Regaleon mientras asaltaba mi boca con sus ardientes besos.
—Esto no es bueno. —dijo Regaleon, separando sus labios de los míos—. Si sigo así, temo que no pueda detenerme de comerte. —sonrió.
Mis mejillas se sintieron calientes después de nuestro beso. Las palabras de Regaleon me hicieron ruborizar de inmediato.
—E-Entonces hablemos de algo más. Así no haremos cosas innecesarias. —sugerí.
—Eso suena bien. —asintió Regaleon—. ¿Entonces de qué deberíamos hablar?
Regaleon ajustó su posición en el asiento. Se sentó a mi lado con su espalda apoyada en el marco de la cama. Por otro lado, estaba anidada en su amplio pecho con sus brazos rodeando mi cintura perfectamente.
—Sabes quién está detrás del intento de asesinato contra mí, ¿verdad? —le pregunté.
La sonrisa de Regaleon desapareció rápidamente y su expresión se tornó seria. —Asintió en confirmación.