Después de que Dimitri siguiera a Bradford fuera de la habitación, Regaleon, Guillermo y yo somos los únicos que quedamos.
«Bueno, esto se siente un poco incómodo». Pensé para mí misma.
Regaleon y Guillermo se miraban fijamente. Parecían estar librando una batalla interna que no puedo ver.
—Eh, León —intenté romper la atmósfera—. Guillermo estaba allí para salvarme.
—¿En serio? —Regaleon dijo con un tono sarcástico—. Entonces te doy mis sinceras gracias por salvar a mi 'futura esposa'.
Se que Regaleon fue sincero al dar las gracias. ¿Pero por qué hay hostilidad en su frase de hace un momento?
—No hay necesidad de agradecerme, su alteza —Guillermo esbozó una sonrisa irónica—. Es mi deber como caballero de la princesa Alicia.
Se produjo un enfrentamiento entre ellos durante unos minutos. Y yo estaba de pie al margen, mirándoles incómodamente.
—Puedes retirarte, ahora que estoy aquí —Regaleon rompió el silencio—. Mi futura esposa y yo tenemos algo de qué hablar.