El silencio se suspendía en el aire. Sharon y Sophia miraban a Ella con incredulidad.
—¡Repítelo! —Sophia lo dijo inquisitivamente.
—Me escuchaste bien —afirmó Ella, cuadrando sus hombros—. Devuelve todo lo que me quitaste.
—¿Cómo te atreves? —La cara de Sharon se contorsionó de ira. Sin previo aviso, se lanzó hacia Ella y la abofeteó fuerte a través de la cara.
Pa…
El sonido nítido de la bofetada resonó en la habitación, dejando a Ella jadeando en shock, su mano volando hacia su mejilla con incredulidad.
Los ojos de Ella se llenaron de lágrimas, su corazón latiendo de miedo e indignación. Sabía que tenía que mantenerse firme y luchar por lo que le pertenecía legítimamente. ¿Pero cómo podía vencer a estas dos mujeres formidables, que habían conspirado en su contra durante tanto tiempo?
Los ojos de Sharon se estrecharon formando rendijas mientras miraba a Ella con el mayor desdén. —¿Tienes la audacia de decir eso? —Escupió, su voz venenosa.