Abigail paseaba por el concurrido centro comercial, con Lance a su lado, sus pasos guiados por un sentimiento de libertad y un deseo de escapar de la constante presencia de los guardias de protección. Aunque Michael y su equipo vigilaban de cerca desde la distancia, Abigail ansiaba probar la normalidad, aunque solo fuera por un breve momento.
Al entrar en una óptica, una sensación de serenidad invadió a Abigail.
La tienda emanaba un ambiente moderno pero acogedor, con elegantes exhibidores que mostraban una variedad de lentes vívidos y fascinantes. La suave música de fondo creaba un ambiente relajante que complementaba la experiencia de compra.
Abigail examinó los estantes cuidadosamente ordenados, sus ojos atraídos por los colores y diseños hipnotizantes de los lentes de contacto. Su mirada se detuvo en un par de lentes azules cautivadores, que recordaban un cielo despejado de verano. Los lentes parecían llamarla, prometiéndole un nuevo comienzo.