Para cuando Harry salió del baño un rato después, Jade había arreglado el dormitorio y no había nada fuera de orden.
Sonrió mientras se secaba el cabello con una toalla y observaba el dormitorio —Buen trabajo, abogado —dijo y ella sonrió.
—Empezaba a pensar que te ibas a dormir allí. ¿Por qué tardaste tanto? —Jade preguntó con un puchero.
—Porque me encanta tomarme mi tiempo para limpiarme —dijo Harry y Jade rodó los ojos.
—¿Qué hay que limpiar tanto tiempo? No eres una señora, y ni yo me demoro tanto en el baño. ¿Cómo vamos a compartir el uso del baño cuando nos casemos y tengamos que ir a algún lugar? —preguntó y Harry alzó una ceja.
—Aparte del hecho de que habrá varios baños en la casa, no veo por qué necesitamos ducharnos por separado —dijo Harry y Jade lo miró con una expresión divertida.
—¿Querrías compartir la ducha conmigo? —preguntó ella, y él asintió con la cabeza.