—Nunca supe que sabías conducir —dijo Jade mientras veía a Candace manejar las ruedas.
—Eso fue probablemente lo único útil que Jero me hizo aprender —dijo Candace con un movimiento de cabeza para ahuyentar cualquier recuerdo de aquel período de su vida.
—Perdón por hacerte pensar en él —dijo Jade disculpándose—, y luego sus ojos se abrieron de par en par cuando su teléfono comenzó a sonar y recordó que todavía tenía que llamar a Harry.
—¡Rayos! Está llamando —murmuró Jade mientras miraba el teléfono—, contemplando si recibir la llamada y mentirle, o esperar un poco y luego llamar de vuelta.
—¿Quién está llamando? —preguntó Candace mientras se volvía a mirar a Jade —, preocupada por su malestar.
—Es Harry. Me pidió que lo llamara antes de salir de casa y se me olvidó completamente hacerlo —dijo Jade, y Candace rodó los ojos.
