Cuando Cassidy se detuvo frente a Andy, lo observó, esperando y observando lo que iba a hacer, mientras también se preparaba para abalanzarse sobre él si hacía el más mínimo movimiento equivocado.
En un movimiento repentino pero calculado que tomó a Andy por sorpresa, Cassidy rasgó su camisa en dos para exponer sus gemelos.
—¡Bastardo! —Exclamó Andy con sorpresa e indignación mientras sus manos salieron a golpearlo, pero nuevamente él fue más rápido que ella.
La empujó bruscamente contra la puerta y antes de que pudiera recuperar el equilibrio, la sujetó a la puerta con su pierna izquierda presionada entre sus piernas y su mano izquierda sosteniendo ambas de ellas firmemente por encima de su cabeza.
—¿Qué voy a hacer al respecto? —preguntó Cassidy mientras su mano derecha se movía sin restricciones sobre su cuerpo.