Ni Lucy ni Sonia ignoraban las miradas que recibían ni la atención que habían captado desde el momento en que entraron en el restaurante donde Sonia debía encontrarse con su Editor y el productor de cine.
Eligió reunirse con ellos en un restaurante porque no quería que su contrato con el productor se firmara en la oficina de su editor. No cuando iba a cortar lazos con él después de la reunión.
Afortunadamente, el productor de cine y el editor ya estaban esperando cuando llegaron, y se levantaron para dar la bienvenida a las damas.
—Señorita Smith, es un placer conocerla. He oído mucho sobre usted —dijo el productor, un hombre en sus primeros cuarenta años, antes de que su editor pudiera hacer alguna presentación.
—¿Espero que hayas escuchado cosas agradables? —Sonia preguntó mientras extendía la mano para estrechar la suya, sintiéndose segura con Lucy a su lado.
—Solo cosas agradables, te lo aseguro —dijo él antes de volverse a mirar a Lucy.