—¿Por qué estás tan callado? —Lucy preguntó mientras se giraba para mirar a Tom, quien había estado callado desde que comenzó a conducir.
Esperaba que él la atosigara con muchas preguntas en cuanto estuvieran solos, pero había estado inusualmente callado durante algún tiempo.
Tom suspiró —No lo sé. Supongo que solo estoy intentando procesar algunas cosas en mi cabeza una vez más antes de hacerte alguna pregunta —dijo Tom, y Lucy asintió con comprensión.
—¿Cómo estuvo el trabajo hoy? —Preguntó ella después de un tiempo, y Tom la miró de reojo.
—Iba bien hasta que me hablaste de eso, y después de ese momento apenas pude pensar en otra cosa —dijo Tom, y Lucy sonrió tristemente.
—Entiendo —murmuró ella.
—¿Y tú? ¿Cómo estás? —preguntó Tom, y Lucy se encogió de hombros.
—Es solo uno de esos días que quiero que termine rápido —dijo Lucy antes de mirarlo con expresión seria.
—Harry no sospechó nada, ¿verdad? —preguntó Lucy, y Tom se encogió de hombros.