"Oigan, que misión tomaremos ahora", preguntó Kary a mi derecha con su capucha roja habitual.
"Podemos tomar esa misión de derrotar a la serpiente negra que acecha cerca de un pueblo", dijo Akio pensando.
"Bien, tomaremos esa", dije, arranqué el anuncio de la víbora negra y fuimos al mostrador.
Fuimos al pueblo en el que se encontraba la víbora negra, y los aldeanos estaban muy asustados, pero se aliviaron al ver nuestro rango de aventureros.
Pudieron dar un pequeño suspiro de alivio y estar tranquilos por un momento.
Salimos de la casa del jefe de la aldea.
< ¿Sobre qué podríamos crear hechizos si quisiéramos?>, pregunté.
Primero, pensaré lo que quiero que haga dicho hechizo, por último, el nombre de conjuro.
Buscará cualquier monstruo o demonio en un rango de 50 metros a la redonda, el nombre será, "Locate".
"Bien", dije en voz alta, "Locate", dije mientras tomaba en mi mano derecha una piedra de hechizos para amplificar el poder mágico del hechizo y no gastara tanto poder mágico.
"Por ahora no hay ningún monstruo alrededor de 50 metros", les dije a los aldeanos y se calmaron incluso más.
"Señorita Emily, muchas gracias de haberse tomado las molestias de haber venido hasta aquí con su grupo", dijo el jefe de la aldea, era un señor de unos 70 años, barba y pelo blancos, era un señor muy amable que en sus días de gloria fue un aventurero de rango experimentado.
"Descuidé señor, lo hacemos con gusto", le dije y le di una sonrisa.
"Ojalá hubiera más aventureros como ustedes señoritas", dijo el abuelo acariciándose su varaba larga y blanca, el señor fue muy amable con nosotras.
Asentí y volví a usar "Locate" para buscar a la víbora, todos los aldeanos de la aldea se quedaron junto a nosotras en un rango no mayor a 20 metros para evitar que la víbora tomara a uno de sorpresa.
"Entonces, "Add Locate", dije y encanté 3 piedras de hechizos con Locate, le di 1 a Akio, otra a Kary y una última a el jefe de la aldea.
Hice que cada uno se posicionara en medio de los aldeanos, otros dos en lados opuestos a las orillas de los aldeanos.
"Bien, de esta manera podremos cubrir un área incluso más grande que yo sola", dije asertiva mente.
Me separé de ellas y fui a buscar a la Víbora negra por los alrededores.
No me fui muy lejos en caso de que tuviéramos grandes problemas, que es lo que nos ha pasado habitualmente, casi me he acostumbrado.
Me encontraba caminado alrededor de la aldea cuando cerca de mi escuché una voz familiar.
"Vaya, tenía razón" dijo una persona, "Si mandaba a una víbora negra a causar destrozos en un pueblo débil con gente buena vendrías a auxiliarlos Emily", dijo la persona con una capucha negra sobre de el como la otra vez.
"Qué demonios dijiste", me enojé y desenfundé a Reckilf y mi cuchillo.