*Esto es el infierno*
Atónito ante lo que observaba, este procedió a inspeccionarse el cuerpo viendo que estaba todo bañado en sangre, no era su cuerpo ni era su ropa.
Quiso averiguar mas, pero la mórbida escena lo estaba cagando del miedo, no podía moverse, mas que ver como aquella cosa devoraba a una mujer quien ya había dejado de respirar.
Ese monstruo era un demonio.
El cuerpo inerte de la muerte era ultrajada por aquel demonio cuyo rostro mostraba una mórbida sonrisa llena de placer y éxtasis, sus ojos eran de un color cuervo puro, no mostraba cabellera alguna, su piel era pálida, estaba en un cierto estado de desnutrición extrema.
No obstante este poseía una fuerza abrumadora, como si de un oso que devoraba a su presa fuese.
El estaba desnudo, pese que el frio de la noche era azotadora aquella criatura no mostraba incomodidad alguna, solo disfrutaba el sabor de aquella dama.
No era suficiente.
El monstruo desgarro el vestido ya manchado con sangre, la desnudo sin ninguna pisca de remordimiento, escena que hizo que se meara en sus pantalones.
Era una barbaridad lo que estaba viendo, aquella cosa procedió a olfatear la delicada y fría piel de la victima para solo proceder a sujetar uno de los pechos del cadáver, lo apretó, jugo con el pezon para solo de un momento procediera a llevárselo a la boca.
Era grotesco ver como esa aberración procedía a chuparlo con vehemencia, pero todo se fue al carajo cuando los ojos de la criatura se posaron con el atónito chico.
Las lagrimas del miedo no se hicieron de esperar, la desesperación era abrumadora, no podía moverse por el miedo.
La criatura al ver su temor solo le provoco una mórbida sonrisa aun mas grande que la anterior, llegando a un gesto imposible de lograr, era como la representación de aquellos emojis de sonrisa pero en la vida real, una con arugas, sangre y sus característicos ojos negros que brillaban gracias a la luz de la luna.
La mierda se desato, la criatura de un mordisco desenfrenado arranco el pecho de la mujer soltando una lluvia de sangre efímera, pero para el recién llegado esto se hiso eterno.
Era el infierno.
Siendo bañado por el frio liquido carmesí, este cerro sus ojos para despertar de esta pesadilla, no le importaba si al despertar se enteraría que estuvo en coma o estaba discapacitado, era mejor a que estar con esa cosa.
*Que sea un sueño* *que sea un sueño por favor*
Al ya no oír ruido alguno, procedió a abrir sus ojos con la esperanza de haber despertado de aquella pesadilla.
(Sonrisa)
Esa mierda se puso frente a el con su mórbida sonrisa, estando cara a cara su aliento golpeo fuerte al chico sacándole de su aturdimiento, pero antes de siquiera gritar, este sintió como aquella abominación de una manotazo arranco su ropa superior, dejando al expuesto su desnudes.
Ya no poseía el físico que tenia antes claro estaba, la criatura procedió ahora con la prenda inferior.
Desnudes total.
Ahora si pudo gritar hasta mas no poder, las lagrimas lo ahogaban, quiso zafarse de la criatura soltando patadas y golpes, pero tal parecía que no daba efecto alguno.
La criatura arto de su resistencia sujeto el rostro de este para solo azotarlo contra el suelo, como resultado le abrió una herida en la nuca, la sangre no paraba de salir de su cabeza, pero el monstruo no se detuvo pese a que la resistencia había acabado.
Lo puso boca abajo exponiendo su parte trasera al aire, mientras que con una mano sujetaba su cabeza, la otra procedió a levantar la cadera del muchacho, poniéndole en una posición bastante erótica para aquel que los viera.
Era evidente que iba a ser violado por ese monstruo.
Pero no podía hacer nada, lo único que podía era solo saltar lagrimas inconsolables, ya que ni fuerza tenia para gritar.
Sintió como encima de sus glúteos se posaba su carnoso miembro sin importarle que fuese un chico, esa cosa no perdonaría nada.
*Mátenme...*
Fue un pensamiento que nuevamente recobro fuerza, no quería ser sometido y mucho menos ser usado como un trozo de carne para su satisfacción sexual de aquella cosa.
Era su fin.
Apunto de introducir el monstruoso miembro de la criatura, el chico sintió como una liquido era derramado en su espalda y glúteos, pensó que era lo que imaginaba, pero al ver lo goteaba al suelo vio con impacto que era de un tono carmesí, pero mucho mas oscuro que la sangre.
El agónico ruido de un animal dolido se hizo presente, soltándolo por completo quiso ver que estaba ocurriendo, pero este ya no podía mantenerse cuerdo un segundo mas debido al golpe, cayo en la inconciencia.
*Llévenlo con los demás*
Se escucho una vos severa mientras que enfundaba su espada bañada en sangre, era alguien corpulento cuyo cuerpo era envuelto en una armadura medieval de fantasía, siendo de un tono blanco con franjas doradas que actuaban como decoraciones dándole un toque amenazante aun mas cuando estaba manchada de sangre, no solo de aquella criatura, claramente se podía observar que el ya había estado en combate mucho mas antes que este suceso.
No se podía ver su rostro debido al casco que poseía, pero sus ojos, sus ojos brillaban de un tono azulado gélido que estaban enfocados en aquel chico tirado en el suelo.
¿Era un héroe?
Nunca te dejes llevar por las apariencias.
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*Levántate escoria*
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