Cuando estaba a punto de salir de la mansión Rex recordó algo, ya que literalmente muchas cosas se perderían y quería preservar varias cosas.
"Papá, mamá me pueden esperar un momento voy a mirar algo con los Pokémon y asegurarme de que no pierdan nada importante."
Juan lo pensó y cree que era posible, ya que ellos tenían la costumbre de reunir cosas buenas.
"Bien, pero no demores y Mizore síguelo por favor."
".... ? Si papá."
Rex y Mizore fueron a la sala de armaduras y saco las pokebolas de los Pokémon fantasmas.
"Mizore saca también a todos los que atrapaste."
Mizore asintió, tenía curiosidad por lo que haría su hermano. Una vez todos afuera Rex hablo y todos pusieron atención.
"Bueno chicos, como saben ustedes no estarán aquí por un tiempo, la cosa es que quiero que traigan todo lo que les pertenece aquí, por qué con las posibles renovaciones y más se pierdan algunas cosas y es mejor evitar que les pase eso a sus pertenencias; entonces algunos de ustedes tiene algo por lo que ir."
Gengar, y Shuppet se adelantaron y salieron a buscar algo, mientras esperaban Rex vio las armaduras y las guardo en Infinity ya que habían varias que emitían poder, Mizore que lo miro simplemente se encogió de hombros, ella sabía que le gustaba investigar cosas y más.
Gengar y Shuppet trajeron varias cosas, una tela desgastada, amuletos, un muñeco, varias piedras, una cuchara y dos teteras rotas de aspecto antiguo.
"Bien... Aunque tengo curiosidad por las teteras no preguntaré por ahora, vamos hermana creo que ya los hicimos esperar demasiado."
Mizore se agarró del brazo de su hermano cuando llamaron a sus Pokémon y Rex guardó todo en la casa de Infinity. Habiendo terminado todo se dirigieron a la entrada donde todos estaban esperando.
"Ya terminaron, niños."
"Si mamá, ya nos podemos ir."
Todos se subieron al carro en el que llegaron y se dirigió a la salida de la mansión.
Rex que viviría aquí un tiempo o estaría gran parte del tiempo aquí en tres de los años venideros por lo tanto se dijo así mismo que explotaría la zona de bosque que hay dentro y evitar problemas futuros.
El auto salió por el camino y estaban regresando a la tienda de inmuebles con Sara y preparar todo para la venta del inmueble.
Habiendo llegado al lugar de ventas todos se bajaron y entraron al local, los guardias que estaban vigilando de cerca el local se alertaron.
"Señor, hay gente que entró al local que hacemos."
"Cerquen el lugar, pero no hagan nada todavía."
Cogió un walkie toki para comunicarme con su capitán inmediato.
"Capitán tenemos movimiento, llegó gente al lugar."
"Tss...bien, prepárense para llevarlos, repito prepárense para llevarlos."
"Uff, bien, ya escucho recluta, cerquen el lugar y prepárense para llevar."
Después de escuchar las ordenes de su mayor, puso una cara mas seria y se retiró a informar. Mientras todo esto sucedía, adentro Juan y Saeko firmaban papeles de traspaso y pagaban la suma necesaria de la propiedad y estaban revisando los últimos ajustes. No obstante se escuchó un estruendo en la entrada del local.
Sara que escuchó esto se paró y fue a la parte delantera de este para ver qué pasaba.
"¿¡Que es todo esto!?"
"Por ordenes, nos llevaremos a las personas aquí presentes, sin ciudadanía de Rota"
Después de decir eso entraron a la fuerza al local y llegaron a la habitación en la que estaban todos organizando todo el papeleo. Un soldado coloco una lanza en el cuello de Juan y dijo agresivamente.
"Está bajo arresto y cualquier cosa que diga será usado en su contra."
Juan confundido y después furioso exclamó.
"Sabes a quien le hablas, pedazo de basura, te atreves a amenazarme con..."
Saeko que estaba allí lo detuvo y negó con la cabeza y tenía una mirada helada.
"Caballeros, se puede saber que están haciendo aquí y con que autoridad se nos pone arresto y saber que hicimos."
El guardia que estaba apuntando con la lanza no alcanzó a responder por qué su mayor entro y retiró la lanza del cuello de Juan.
"Idiota, se puede saber que estás haciendo. Se nos pidió que lleváramos a esta gente al palacio, no dijeron que se usará fuerza letal, ni nada por el estilo."
"L-Lo siento mayor, pero dijo que tomaramos a ellos."
"Aaaah, eso me pasa por no expresar bien la orden del capitán. Es llevarlos al palacio como para invitados, no como presos idiota."
Juan que vio esto estaba a punto de explotar por esta situación, pero su esposa Saeko lo controlo con la mirada.
"Mayor espero que pueda explicar la agresión usada por sus guardias."
El mayor se giro y miro a Saeko y Juan, su casa se puso más pálida después de ver quienes eran.
"P-Presidente Juan, dama Saeko, los siento mucho por mis idiotas subordinados, pero hay una orden de la reina de llevar a todos los visitantes de ayer y hoy al palacio, r- realmente lamento esto, pero solo estoy siguiendo ordenes del capitán y la reina y ya han habido reportes del palacio que no tragieram nadie a la fuerza, pero esa orden llegó hace poco por lo que nuestros guardias pueden ser un poco bruscos"
Saeko con una mirada fría asintió y se dirigió a su esposo.
"Cariño terminaremos lo que estamos haciendo aquí primero y luego vamos con ellos al palacio y ver qué es todo esto."
Jajaja an que sintió la fría mirada de su esposa se enfrió Pero aún así respondió con tranquilidad.
"Claro cariño."
Juan sudaba profusamente, estaba fuerioso, pero le tenía más miedo a su esposa, después de todo ella tuvo la fuerza necesaria para detener sus planes en muchas ocasiones y no era nada bonito verla furiosa; Rex por otro lado que se había quedado congelado por el shock, en vez de mirar a los guardias, simplemente sintió un escalofrío en su espalda cuando vio a su madre enojada.
Los trámites terminaron y Saeko se dirigió a los guardias.
"Ahora puedes llevarnos con tu reina y espero que tenga una buena razón para la forma en que nos trataron."
Los guardias sudaron por la actitud de Saeko y esperaban que su capitán y la reina, realmente tuviera una buena razón.
En el palacio.
La reina Ilene se frotaba los ojos de cansancio y bastante enojada tratando de no matar a sus guardias por un trabajo bien hecho, pero de la peor forma posible, ya habiendo recibido las noticias de que estaban llegando las últimas personas que llegaron ayer, esperando que no estuvieran enojados por el tratamiento de sus guardias que no siguieron las ordenes al pie de la letra.
De hecho para calmarse lo suficiente le pidió a su criada que sacará a Mr. Mime y que la ayudara recuperar la calma con su Psíquico, le estaba dando un masaje en la espalda, muslos y hombros; haciendo que se relajara un poco de todas las malas noticias que ha recibido en el día.
"Gracias Mr. Mime y también gracias a ti Jenny tu Mr. Mime a sido de mucha ayuda...me hace pensar que tal vez deberíaa esperar un huevo de ella en un futuro."
"Me encantaría, no hace falta decir que ella estaría feliz de que su descendencia pueda ayudarte su alteza."
"Mime, mime"
"Bien según las últimas noticias tendremos a alguien fuerioso por como los guardias los apuntaron con sus lanzas, cuando dije claramente que los trajeran como invitados."
"Mi reina, pero no puede negar que habían lgunos criminales."
"Lo sé, por eso no puedo quejarme del todo."
En las afueras del palacio de Rota, Se encontraban Saeko, Juan y su familia; siendo escoltados por los guardias que los traían desde el lugar inmobiliario donde habían comprado su casa palaciega y por reparar.
Una vez entraron al palacio, las decoraciones llamativas en los pasillos, armaduras, pinturas, armas, y muchos guardias en el camino.
Pero aparte de todo eso había una pintura que destacaba mucho al final del pasillo, que estaba a unos metros de la puerta del salón del trono.
Está pintura tenía a un hombre con un traje azul con negro, un sombrero con pluma, y un baston de madera, con una punta de cristal encerrado sobre un adorno de hierro, cabalgando un pigeot.
Una vez se acercaron a la puerta del salón del trono y bestibulo principal del palacio, las puertas se abrieron, dando la entrada a un enorme salón con escaleras en el medio que subían a un balcón donde está sentada la reina Ilene que se vea un poco agotada.
Junto al balcon había otra Fresco del mismo hombre con el mismo báculo que emitían luz, junto a un Lucario dejando curioso a Rex y Mizore.
Antes de que se pudiera seguir el guardia al frente se arrodilló y hablo.
"Su alteza hemos traído a estas personas, como ordeno."
Ilene miro al guardia y vio a la familia, unos con curiosidad al ver el Fresco en la pared, pero lo que más le preocupo a la reina fue la mirada helada de una mujer y un hombre, antes de hablar los reconoció y su cara se puso pálida, se levantó y bajo de su balcón para estar frente a ellos.
La reina se inclino haciendo una reverencia y hablo.
"Realmente lo siento como los trato mi guardia, pedí que los trajeran como invitados a los que llegaron, Pero parece que solo escucharon traer a la gente, realmente lo siento dama Saeko, señor Juan."
Jenny y todos los guardias se sorprendieron al ver a la reina inclinarse pidiendo perdón, Jenny se acercó a ella y la levanto.
"Oh parece que nos conoces a mi y mi esposo... En cuanto a lo otro espero que tengas una buena escusa, por esto."
"Claro que la tengo, pero primero déjenme invitarlos a una sala privada para poder hablar sin interrupciones. Jenny por favor."
"Si su alteza."
Jenny fue a preparar bocadillos y té, la reina se dirigía a la habitación privada y hablar con ellos de forma más tranquila después de todo esto. Los guardias que los trajeron estaban estupefactos y algunos se pusieron pálidos por la actitud de su reina a ellos.
En la habitación privada de la reina, donde había una pequeña sala, todos los adultos se sentaron, pero los niños por otro lado miraban todo con curiosidad haciendo soltar una sonrisa a Ilene.
"Bastante curiosos, adelante pueden mirar, pero tengan cuidado."
Rex, Mizore, Gladio y Lillie se alejaron un poco y comenzaron a ver las librerías y cosas que habían aquí.
"¿Entonces puedes explicarnos todo esto?"
La reina suspiro y hablo con sinceridad.
"Primero que nada me disculpo nuevamente y segundo la cosa es que el cetro de la pintura que viste es real, reacciona a cierto poder que nosotros llamamos Aura y desde ayer por la tarde a estado brillando y como hemos estado buscando desde hace mucho, mandé a llamar a todos como invitados... Pero ya viste lo que pasó."
Juan hablo ya un poco más calmado y pregunto.
"¿Supongo que es bastante importante?"
"Lo es, de hecho se hizo una norma bastante fuerte frente a este por la reina de aquel entonces y su ley es irrevocable."
"Incluso por ti la reina."
"Lastimosamente si, esa regla se hizo, pero al menos no había entrado en vigencia hasta hoy."
Saeko la miro y pregunto.
"¿Y cuál es esa regla?"
La reina la miro y dió un suspiro de resignación.
"La regla dice que el usuario de aura en caso de estar fuera del reino, la familia real tendrá que formar un vínculo marital, por respecto al gran héroe sir Aaron."
Saeko estaba sorprendida por ello Pero Juan estaba más curioso por algo y lo demostró.
"Eso es un poco extremo, en especial si no se sabe si es hombre o mujer el usuario de aura, y por último donde está este dicho baston."
La reina sonrió ante eso y asintió con un poco de renuencia ante lo dicho.
"Cómo dije es imposible romper, ya que el baston está ligado a la familia, en cuanto al baston lo tengo guardado al lado de mi cama, afortunadamente se los puedo mostrar y comprobar si es algunos de ustedes el usuario."
Saeko hablo con firmeza después de eso.
"Antes de eso, se que mi esposo y yo no somos usuarios de esta, ya hemos estado aquí antes y nunca antes había pasado algo así."
"Entonces quieres decir que..."
Los adultos giraron su mirada y vieron a los niños que jugaban en el salón, pero Juan y Saeko miraron directamente a su hijo Rex que estaba viendo un libro.
En ese momento entro Jenny con un carrito, con dulces, té y dos niñas que le acompañaban.