El ambiente en el salón de la Clase F era eléctrico. Cada estudiante parecía más centrado y decidido que nunca, cada uno ensimismado en su propia rutina de preparación. Las lecciones y entrenamientos que habían adquirido durante el último mes bajo la tutela de Johnathan les habían proporcionado una fortaleza y una confianza en sí mismos que nunca antes habían experimentado.
Alice, la niña tranquila y reflexiva, demostró una increíble capacidad para manipular su Qi, creando ilusiones tan reales que engañaban incluso a los más agudos de sus compañeros de clase. Su habilidad para moldear y dirigir su Qi había mejorado considerablemente desde su regreso del retiro, una progresión notable de sus habilidades iniciales.
Max, el chico robusto y enérgico, mostró un gran avance en su fuerza física y control del Qi. Su destreza física y habilidad para el combate cuerpo a cuerpo se había vuelto formidable, y su control sobre su Qi era notablemente fluido y preciso.
Evelyn, la muchacha sensible y empática, demostró una notable habilidad para la sanación. Había adquirido una comprensión más profunda de la interrelación entre el Qi y la vida, permitiéndole canalizar su Qi para acelerar la curación de heridas y dolencias.
Y así, cada estudiante en la Clase F había demostrado su crecimiento y progreso, llenando a Johnathan de orgullo. Su trabajo duro y dedicación se había materializado en mejoras notables, y estaba ansioso por ver cómo se desempeñarían en el desafío inminente contra la Clase B.
A medida que la clase concluía, un ruido de pasos resonó desde el pasillo. Un estudiante de la Clase B entró, una sonrisa burlona en su rostro. "Apuesto a que están temblando de miedo", dijo, "Probablemente ni siquiera se presentarán al desafío".
La Clase F respondió con un rugido de desafío, su confianza y determinación inquebrantables. "Estamos listos", replicó Alice con calma, "Te veremos en el campo de batalla".
Un mes pasó en un abrir y cerrar de ojos, y el día antes del enfrentamiento entre las clases B y F había llegado. Los presentadores del combate estaban ocupados organizando el evento, anticipando la emoción y el drama que estaba por venir.
El director de la academia se acercó a Johnathan con una sonrisa en su rostro. "Johnathan, has hecho un trabajo impresionante con estos estudiantes. Independientemente del resultado mañana, has demostrado ser un maestro excepcional".
Johnathan sonrió agradecido. "Gracias, Director. Solo espero que los estudiantes muestren todo lo que han aprendido y disfruten la experiencia".
El director asintió, "Eso es todo lo que podemos pedir". Después de intercambiar unas pocas palabras más, Johnathan se dirigió al podio de profesores, su mente llena de expectativas y emociones para el día que estaba por venir.
El aire estaba cargado de emoción y anticipación, el escenario estaba listo para el desafío. La Clase F, una vez la clase menospreciada de la academia, estaba a punto de enfrentarse a la Clase B, y cada estudiante estaba listo para dar lo mejor de sí mismo y demostrar su valía.