Arriba en el aire, flotando muy por encima mientras miraba hacia abajo la bastante grande ciudad, estaba Ham. Iba siguiendo lentamente al grupo de estudiantes, junto con los viajeros viendo a dónde se dirigían.
Estaba lo suficientemente alto en el cielo, como para que la fuente de luz en su equipo de bestias no pudiera alcanzar a Ham. Aun así, con su vista, podía verlos bastante bien en la oscuridad de todos modos.
—Espero que el Maestro esté bien, —dijo Ham mientras sollozaba y dejaba que el moco grande de su nariz subiera. Había estado llorando casi todo el tiempo, pensando en la posibilidad de que Fex lo abandonara.
Snifó una vez, con la esperanza de hacer subir el moco hacia atrás desde su nariz. Sin embargo, mientras hacía eso, lo hizo un poco tarde, permitiendo que cayera una gota desde arriba.
*Splat
Una pequeña gota de líquido se sintió en la cabeza de uno de los gemelos calvos.
—¿Está lloviendo aquí adentro? —dijo mientras se limpiaba la marca húmeda de su cabeza.
