Había una parte de Chris que pensaba que tal vez debería volver atrás. Había devorado a unos cuantos demonios y con ellos ahora en máxima alerta, ya podría causar graves problemas al grupo.
Ahora mismo, había una oportunidad porque solo eran unos pocos de ellos, que no pensarían mucho en ello. Sin embargo, en el momento en que vio al demonio Yak más grande, Chris no podía sacar de su mente cuánto más fuerte podría volverse si se daba un festín con aquel.
—Se dijo que Quinn necesitaba la sangre del demonio general para hacerse más fuerte también, no solo la sangre del demonio rey, ¿verdad? —pensó Chris—. Entonces esto es algo que tengo que hacer.
El grupo de alrededor de 7 demonios Yak junto con el demonio general más grande seguían en pie alrededor del lugar observando la sangre, pero después de que dijo algunas palabras, parecía que les habían pedido que se separasen y buscasen alrededor.
