Trion nunca olvidó su promesa a Lith, principalmente porque tenía miedo de que su hermano irrumpiera en su base y lo humillara nuevamente. Aún le tomó meses encontrar la fuerza para regresar a casa.
Amaba a sus padres con todo su corazón y esa era la razón por la que verlos era mucho más difícil que continuar evitando los problemas sin resolver que tenía con su familia. Trion había pensado durante mucho tiempo sobre el destino de Orpal antes de darse cuenta de que, al poner en peligro la vida de su pequeño hermano, había cruzado la línea.
Gracias a la vida en el ejército y la camaradería con sus compañeros, Trion se había dado cuenta de que lo que tenía con su hermano mayor era una relación enfermiza. Orpal siempre le daba órdenes y rara vez discutían simplemente porque Trion le obedecía.