—…y si nos demoran lo suficiente, los refuerzos podrían destruir los cuerpos que dejamos atrás. Si eso sucede, terminaríamos rodeados y asesinados en poco tiempo. Afortunadamente para mí, tengo una idea mejor —dijo Lith.
Estaba tan acostumbrado a depender del sentido del maná de Solus y de la Visión de Vida que usar la Visión de Fuego se sentía mal. Era una de las habilidades más antiguas de Lith, que ahora usaba principalmente para cocinar, ya que la Visión de Vida había demostrado ser superior en combate.
La visión de fuego le otorgaba el equivalente mágico a las gafas térmicas, lo que le permitía ver en la oscuridad en una escala de colores según la temperatura de su entorno. El laboratorio estaba iluminado por cristales de luz que no emitían calor, de lo contrario, habría quedado cegado.