Esa larga conversación había sido bastante agotadora para Lith, agregando un nuevo peso a su carga. Sin embargo, no fue por la información que adquirió. Después de todo, sentía que su situación seguía siendo bastante buena con o sin una academia.
El único ajuste a sus planes fue que, después de unirse a la Asociación de Magos como miembro de facto del círculo exterior, un mago rebelde, tendría que acumular méritos tan pronto como pudiera.
Los necesitaría para ser tomado como aprendiz de un buen maestro forjador.
Los méritos normales no le servirían de nada, necesitaba los que pudo ganarse como mágico, sirviendo a la Asociación de Magos lo mejor que pudiera.
El verdadero problema con su situación actual serían los cuatro años más de tiempo que perdería, como la ranita proverbial en el pozo.