Valesa Nalear había obtenido la ventaja, aunque no dejaba de maldecir su eterna mala suerte. Lith aún no había muerto, no tenía idea de si su complot contra el Gendarme Ernas había tenido éxito, y solo era cuestión de tiempo antes de que el núcleo de poder de la academia se reiniciara.
Cuando eso sucediera, las Puertas de Distorsión que conducen al Grifón Blanco se abrirían de nuevo, permitiendo que las fuerzas reales restablecieran el orden. Nalear necesitaba asegurarse de que para entonces el escenario fuera perfecto. No podía pasarse por alto ni un solo detalle o su muerte sería lenta y agonizante.
Iba muy atrasada y el tiempo a su disposición se acababa rápidamente. El Parpadeo consumía mucho maná, pero no era nada comparado con la Puesta de Sol Final. Ya había usado la Invigoración muchas veces.