Nalrond conjuró una pared de luz sólida para detener el avance enemigo, pero con tan poco tiempo no pudo tejer un hechizo poderoso. Al igual que los demás, lo habían tomado por sorpresa y sin ningún hechizo preparado, obligando al Rezar a recurrir a la magia de niveles bajos debido a su corto tiempo de lanzamiento.
Protector agradeció internamente a Faluel, pues su armadura Ouro de Adamanto evitó que los trasgos le incapacitaran los talones de Aquiles y las rodillas con sus herramientas de minería encantadas. Los picos picaron en lugar de perforar, y los martillos magullaron su carne pero no rompieron sus huesos.
Los dos Balors lo embistieron, tratando de exprimir la vida de la criatura con apariencia de hombre lobo que había reemplazado al bárbaro pelirrojo con sus brazos del tamaño de troncos de árbol, pero incluso en su forma más pequeña, el Skoll conservaba toda su masa.