A medida que Scarlett recuperaba lentamente la conciencia, sus ojos parpadearon, solo para ser recibidos por las paredes blancas y estériles de una habitación de hospital. Confusión y miedo la invadieron mientras los recuerdos del aterrador calvario volvían a su mente.
—¿P-Por qué estoy aquí? —susurró, su voz apenas audible en el silencio de la habitación.
Recordó el horroroso encuentro con la gente de Jude Withers y la experiencia cercana a la muerte que su familia había sufrido. La habitación se sentía sofocante, y ella ansiaba respuestas y consuelo sobre el destino de su padre y su Tía Lana.
Cuando Scarlett intentó levantarse de su cama, una voz familiar la saludó suavemente desde la puerta.