Los ojos de Scarlett cayeron inmediatamente sobre Teodor cuando su coche se detuvo en la entrada principal, donde él estaba de pie con una camisa blanca casual y caquis. Tenía un abrigo negro sobre los hombros y su cabello rojo-avellana peinado con cuidado le daba un aspecto impactantemente guapo, muy diferente a como Scarlett lo había visto la noche anterior.
No había señales de golpes en el rostro de Teodor, como si nunca hubiera sido golpeado. Su sonrisa se ensanchó mientras se acercaba a su coche.
—¡Xander! —exclamó Teodor con alegría, lanzando una mirada a Scarlett y ofreciéndole una cálida sonrisa. La saludó con un tono casual: —Cuñada, es genial verte de nuevo. Bienvenida a mi humilde casa... Pasen, ¡hace mucho frío aquí fuera! —dijo, haciendo un gesto para que Xander y Scarlett entraran a la casa.