Esos pocos minutos parecieron una eternidad para Scarlett. Mientras no sabía cómo empezar una conversación, el hombre a su lado tampoco lo hacía.
Xander simplemente miraba el camino frente a él sin preguntarle nada a Scarlett. Scarlett podía sentir que él le daba la espalda fría.
—¿Está molesto?— pensó Scarlett. —¡Esto es raro! Yo debería ser la molesta porque este hombre me mintió. Dijo que no tenía ninguna relación con Angela, pero ¿en realidad? Eso no fue lo que escuché adentro. ¡Se ven íntimos, intercambiando regalos de cumpleaños! Sr. Xander Riley, eres un mentiroso. No puedes mantener tu promesa.—
Después de desahogar su enojo, Scarlett tomó una respiración profunda. Luego, de nuevo, echó un vistazo furtivo a él. Solo pudo tragar en silencio al ver su rostro desde un costado. Se veía tan perfecto, guapo como siempre, aunque su cara parecía rígida.
—¡Dios mío! ¿¡Cómo pude enamorarme de este Príncipe de Hielo!?—
Después de unos segundos...