Pronto Escarlata llegó al comedor.
Justo como había imaginado, este Príncipe de Hielo la saludó con su amarga expresión, como si alguien le hubiera frotado un limón en su apuesto rostro. Parecía espeluznante y divertido al mismo tiempo.
Le sonrió dulcemente, tratando de hacer que este hombre estuviera menos irritado. Luego, dijo: —Xander, lo siento…
—¿Has olvidado las reglas que te dije antes? —dijo Xander al ver a Escarlata entrar al comedor, seguida de sus dos criadas.
Xander estaba disgustado. Esta era la primera vez que esperaba a alguien en toda su vida. Incluso su abuelo nunca lo había hecho esperar. Esta mujer es muy audaz para desafiar su temperamento.
Escarlata se quedó sin palabras. Mantuvo una expresión tranquila mientras entraba al comedor y caminaba hacia la mesa. Justo antes de que estuviera a punto de decir algo, escuchó a Erica decir,