—AUN así, esa es tu respuesta —Dorothea rodó los ojos—. Le parecía adorable la timidez de Chloe, pero a veces también podía resultar insoportable. —Solo porque Vicente no le haya hecho nada a su hija, no significa que no lo hará. Él es como Vaughn y ambos son impredecibles—.
—Quién sabe si llegará un momento en que Vicente se dé cuenta de que no puede obligarte a volver con él, así que empieza a hacer lo inimaginable. ¿Tal vez secuestrar a Mackie y usarla como rehén, obligándote a regresar a casa? Ustedes dos aún no se han divorciado, ¡así que Vicente también tiene derecho a quedarse con su hija!—
—Chloe, sé que le temes mucho a Vicente. Pero por favor, no hagas cosas estúpidas como yo lo hice —la voz de Dorothea comenzó a elevarse mientras se enojaba cada vez más—. Prioricé mi odio hacia Vaughn, así que traté a Vernon horriblemente para desahogarme. Estás haciendo lo mismo, permitiste que Mackie estuviera en una posición de peligro solo porque priorizas tu miedo a Vicente—.
