La saliva de Vernon se mezcló con el jugo que no dejaba de salir del coño de Chloe. Creando un sabor que le gustaba tanto, lo sorbió varias veces.
Slurp. Slurp. Sluurpp.
—¡Ah— Ahh... ahnnn!
Por cada sorbo que Vernon daba, Chloe sentía que su alma abandonaba su cuerpo a través de su coño. Era una sensación de dicha que quería tener todos los días, todas las noches, con este hombre.
Chloe se preguntaba cómo Vernon podía hacer algo que se suponía que era desagradable, chuparle el coño, y hacer que pareciera que lo disfrutaba tanto.
Abrió los ojos lentamente y vio la cabeza de Vernon enterrada entre sus muslos. Sus manos sujetaban sus muslos para controlarlos mejor ya que las piernas de Chloe no dejaban de temblar, cerrarse y abrirse.
La boca de Vernon comenzó a hacer movimientos de empuje alrededor de la raja de Chloe, asegurándose de que su lengua se deslizara dentro de su vagina y chupara su jugo fresco directamente de la fuente.