Su mirada se apartó de la mía para mirar a Jay quien estaba a nuestra pequeña e incómoda interacción, carraspeando incómodo sacó la aguja de mi brazo con el tubito de sangre para ponerme una curita circular y cerrar mi brazo.
-En unas horas estarán listos los análisis, trata de descansar y dormir un rato para que tu cuerpo se recupere pronto.
Asenti.
-Bien, yo llevaré esto a laboratorio. -sale.
El silencio inunda la habitación mientras veo a Emmett que está se sentado en el porta brazos del sofá igual mirándome.
¿Porque me ayudaba tanto?, no me conocía, no nos conocíamos, solo sabía su nombre pero el no sabía el mío. Quería preguntar pero no me atrevía. Lo vi levantar la computadora y abrirla antes de empezar a escribir.
Aparte mi mirada y procedi a acostarme en la camilla para ver el blanco techo, mis parpados pesaban pero si los cerraba las pesadillas y recuerdos vendrían a mi tan pronto como callera la oscuridad. Me costaba aceptar que estaba sola y sin familia, que solo sería yo, ¿que le debería decir a Thiago cuando creciera y preguntara por mamá?.
Ethan estaba al tanto de lo que pasó, y me duele por que el es solo un niño de cinco años que a vivido poco pero que a pasado por mucho. Ayer fui a verlo y la enfermera que lo cuidaba dijo que no lloró cuando se despertó ni cuando le hicieron las pruebas , dijo que estaba inexpresivo y que no era normal a su edad.
Pero cuando me vió ayer, vino a mi llorando.
¿A esto se le llama crecer rápido?
No quería que fuese así.
Quería irme, no me gustaba estar en los hospitales, me sentía extraña estar rodeada de doctores.
Perdí la noción del tiempo y cuando me di cuenta el sol se había ido dándole paso a la oscura noche. Un toque sonó y la puerta se abrió dejando ver a Jay y a una enfermera, la misma que estaba ayer con mi hermano.
En sus manos traían ungüentos,algodón y unos frasquitos que no sabía que eran.
-Es hora de quitar tu vendaje y limpiar tu espalda.
Por inercia voltee a ver a Emmett, pero el estaba con el ceño fruncido y su mirada se volvió más pesada de lo normal, ¿que le pasaba?.
-Déjalo estar -dijo levantándose y dejando a un lado su computadora- lo are yo mismo.
Los miré confundida, no entendía de que hablaban, no entendía su idioma. Me removi inquieta en la camilla e inconscientemente comencé a rascar mi brazo derecho.
-¿Estas seguro?.
-Si,ya vete.
-¡Tú!
Lo vi señalar a Emmett con el dedo y luego salir enfadado de la habitación con la enfermera dejándonos de nuevo solos, sin decir palabra alguna dejó las cosas encima de la mesita que estaba aún lado de la camilla.
Vi que quería decirme algo pero cada vez que habria su boca no decía nada.
No hacia falta preguntar que es lo que quería por que ya tenía una idea de lo que pasaba, el quería que me descubriera la espalda, pero la bata que traía tenía más que dos cordones que la sujetaban.
Solo traía bragas y una venda que cubría mis senos y espalda. Lo vi sobre saltarse al ver que me quitaba la bata, no me importaba que me viera.
-Puedo hacerlo sola -dije al verlo todavía parado-puedes.... puedes salir un momento-murmure.
-No.
Lo mire sin comprender se notaba que estaba incómodo pero no quería irse, ¿quien lo entiende?. Sentí sus dedos quitar el broche que estaba en la vendas e inmediatamente se aflojaron, lo mismo hizo con las otras cuatro.
Cuando las vendas ya no cubrían mi espalda, agarre la almohada y la abrace para cubrir la desnudez de mi pecho, oí el como rasgó el plástico y como abrió un botecito y lo próximo que sentí fue un leve ardor.
-¿Como terminé aquí? -le pregunte después de unos minutos.
Emmett sin dejar de limpiar la sangre seca de mi espalda, dijo.
-Estaba de paso.
-Me refiero a como me encontraste.
Sus movimientos se detuvieron un momento.
-Mi chofer casi de aplasta.
Aunque no dijo demasiado, no me atreví a preguntarle más sobre eso, solo esperé en silencio a que terminara.
....
Cuando Freya dormía, Emmett que estaba parado aún lado de ella la miraba con sentimientos complicados, su mente estaba echa un desastre y por primera vez sintió que no sabía que hacer después.
Reviso la hora del reloj de su muñeca y vió que marcaba las 2:18 a.m, soltando un suspiro quitó los dos primeros botones de su camisa y los gemelos de su muñeca. Atrajo un banco y lo puso aún lado de la camilla y mirar con atención el rostro de la niña.
Sin darse cuenta, su mirada se suavizó y sus ojos transmitían cariño y dulzura quitando la frialdad y crueldad de ellos.
Agarro la mano de Freya con delicadeza y jugó con sus dedos en silencio mientras que afuera llovía y el cielo se iluminaba por los rayos.
"Es perfecta"pensó.
Pero el mismo se sorprendió de sus propios pensamientos, de repente dejó de jugar con la mano de la niña y se levantó del banco.
No sabía el por qué de sus acciones, pero le gustó la calidez que emanaba su mano con la suya. Se tocó los bolsillos de su traje guinda y de ellos saco un anillo de pequeñas coronas con un diamante rosa en medio para ponérselo en el pulgar de Freya.
Miró con satisfacción el anillo que adornaba el pequeño dedo de Freya y sonrió levemente aunque no lo pareciera.
Su teléfono vibró pero no contestó, a el no le importaba quien lo llamase por que para el no había nada más importante que le la pequeña dama que estaba acostada delante de el.
Nadie sabía lo que pasaba por su cabeza, nadie sabía lo que aria a continuación, nadie conocía lo que pensaba.
Sobretodo, nadie sabía que el ya había escogido una esposa, una esposa que estaba dispuesto a esperar a que creciera para que fuera suya.
Por que ya había esperado nueve años y no le importaría esperar más tiempo por ella.
You Never Know #1